Mireia Belmonte se queda a 23 centésimas del Olimpo en los 400 estilos
Mireia Belmonte rozó con la punta de los dedos la medalla que le habría encumbrado como la deportista española más laureada de todos los tiempos sin discusión. La nadadora catalana se quedó a 23 centésimas de conseguir la medalla de bronce de los 400 estilos tras protagonizar una remontada antológica que no pudo culminar en la que hubiese sido su quinta medalla olímpica.
La ambición por repetir el resultado olímpico en Río 2016 –donde Mireia consiguió el bronce– empujó a la de Badalona por encima de lesiones, fantasmas mentales y demás problemas. El espíritu de una campeona siempre prevalece y Belmonte se metió contra pronóstico en la final compitiendo hasta la última brazada.
La norteamericana Flickinger fue la encargada de quitarle ese momento de gloria a una Mireia que había penado durante los últimos dos años por culpa de una lesión de hombros, algo que notó en la prueba sobremanera. La española no pudo ir más rápido que sus rivales en lo que antes era su especialidad –la mariposa– cediendo un valioso tiempo del que luego se acordaría en unos 100 metros finales donde remontó hasta a dos rivales, pero no pudo con Flickinger.
Mireia Belmonte tiene todavía tres oportunidades más en la piscina de Tokio en la disciplina de 800 libres, 1.500 libres y 4×100 estilos. Viendo la forma en la que ha estado en esta primera toma de contacto no cabe duda de que la Mireia de siempre ha regresado para esta cita. A competir pocos pueden ganar a la catalana.